lunes, 15 de diciembre de 2008

Nacionalismo en la SER

Carles Francino, La SER. Deben ser las 9 aproximadamente y llego tarde al trabajo. Francino entrevista a un representate del PNV y le pregunta algo así como: "¿Cree usted que en su país ...?" No termino la pregunta porque no la recuerdo, pero era lo de menos. Me sorprendió que el propio entrevistador se dirigiese al político nacionalista como si el propio Francino fuese un periodista nacionalista, que está de acuerdo en que su entrevistado tiene SU país, y él otro. Pero el tema va mucho más allá. Francino es escuchado cada día por milles de oyentes. Cuanto dice tiene relevancia. Es un creador de opinión. Sus oyentes escuchan con total normalidad que el país vasco no es una región ni un comunidad, sino un PAÍS, y lo compran. Compran una forma de ver las cosas, la normal, la aceptada por los pretendidamente progresistas, por la SER. Yo soy progresista, yo escucho (cada vez menos) la SER. Y espero que nunca deje de sorprenderme con su velado lavado de cerebro nacionalista.

3 comentarios:

Luis Fernández del Campo dijo...

¿La SER progresista? desengáñate, Pepa. Todas las emisoras, todas, obedecen a algún interés. En este caso, la SER obedece fielmente al PSOE y a sus alianzas nazi-onalistas.
Lamentablemente, no puedo recomendarte ninguna emisora que pueda considerarse progresista, salvo quizás algunos programas independientes ¿quizás, el de Carlos Herrera, en Onda Cero?

Pepa dijo...

Voy a corregir el post y añadiré "pretendidamente" antes del progresista...

Sevillano dijo...

Lo de Pepa es corriente. Decimos progresista de una forma relativa, frente a retrógrado o cavernario. Y a veces, frente a otros "fenómenos" mediáticos no tenemos más remedio que recorrer el dial en busca de otros tonos menos estrafalarios y tormentosos. Pero está muy bien la corrección de "pretendidamente". Y es que una de las útlimas señas de identidad que les queda a los presuntos "progres" es agarrarse a las conocidas y erróneas tesis del PCE de la clandestinidad sobre lo de los "pueblos" y "paises" de España; mera táctica para atraer masas nacionalistas que le apoyaran en su lucha contra la dictadura, pero que han seguido sosteniendo por comodidad y por pereza mental. Así les va.