domingo, 16 de diciembre de 2007
La vida sigue igual, con bombas y todo
La vida sigue igual para casi todos. Yo mañana me levantaré, me arreglaré y me iré al trabajo. Allí estaré casi 10 horas. Volveré a casa, cenaré y me acostaré. Por en medio sucederán pequeños avatares cotidianos, historias más o menos interesantes y tendré la gran suerte de irme a dormir sabiendo que hay personas a las que adoro y que, según todos los indicios, me adoran a mí (me refiero a mi pareja y a mi hijo, que conste). Unos cientos de kilómetros a noroeste, otros se enfrentarán a lo cotidiano también. Su día a día será diferente. Y peor, mucho peor, porque además de repetir los actos comunes a casi todos nosotros, llevarán sobre sus espaldas el peso del desánimo crispado, de la duda pegajosa y dolorosa: habrá hoy atentado. ¿Culo o codo? Yo vivo codo y otros culo. Eso me recuerda también aquello de ¿prefieres susto o muerte?
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